Todavía inmersos en la crisis del covid-19, el sector logístico se fortalece y mejora exponencialmente pese al peaje del sufrimiento que viven los repartidores, conductores y operadores de todo tipo.
Ante una ya no tan nueva era de compras vía internet, los que gestionamos transportes para grandes equipos, ya sean por tierra, mar o aire, debemos estar cada vez más agradecidos a quienes lo hacen posible. Cada conductor, repartidor u operador de la cadena de suministro, pone lo mejor de sí mismo en el desempeño de su trabajo.
Por suerte, en Sugimat tenemos un largo historial de ejemplos de transportes difíciles llevados a cabo con éxito a destinos variopintos y remotos: desde poner vigas con camiones del ejército para que nuestras calderas pasaran por un río y pudieran llegar a una planta solar en Extremadura, hasta llevar unas calderas de 90 toneladas a la misma puerta del desierto marroquí.
Esto nos hace grandes y nos hace sentir orgullosos, pero hemos puesto el mismo empeño en hacer bien esos trabajos tan vistosos y llamativos que en llevar un palé con repuestos urgentes a la serrería de nuestro cliente de toda la vida, porque sin ellos paraba su fábrica familiar. Del mismo modo, hemos llevado suministros directamente en una furgoneta a cualquier hora del día para no cortar la continuidad de un tajo en el que trabajaban nuestros soldadores, montadores o técnicos y así pudieran terminar y volver a casa.
En definitiva, son detalles que ahora están eclipsados por los grandes problemas: el covid-19, el brexit, etc. Pero el sector logístico, acostumbrado a ser el hermano menos mimado, ya se está reponiendo y desarrollando de acuerdo con las necesidades actuales. Lo importante es que en Sugimat no hemos dejado de evolucionar y aprender.
¡Gracias a todos los héroes de la logística!
Pino Tortajada
Responsable de logística en Sugimat